domingo, 7 de julio de 2013

De primarias presidenciales a un proceso de Asamblea Constituyente




¿Cuál es el escenario político derivado de las recientes primarias presidenciales? Allá ha quedado Renovación Nacional y su responsabilidad por levantar al peor de los candidatos posibles, Andrés Allamand. Líder-quiebre no sólo para este partido sino que para sus socios en la Alianza y, pésima estrategia para el encantamiento y obtención del voto de los democratacristianos escapados del centro político. Si uno repasa la historia política de Allamand, la que no se entiende que se haya olvidado tan rápido por los militantes RN, no se puede sino concluir como un gran error su denominación como precandidato presidencial.


En el otro lado político, el fracaso de Orrego requiere de profundas reflexiones al interior de la DC. Un partido que no para de perder en cada contienda electoral unidad y, entregar en bandeja su patrimonio electoral en el centro político. Sin duda, el fracaso de Orrego grafica la inoperatividad de su presidente e incapacidad para unir las nuevas y viejas generaciones. Un presidente que ha demostrado no tener las cualidades requeridas para el urgente proceso refundacional de la DC. Un gesto de respeto a sus militantes y a la historia que su partido representa para Chile no podría ser otro que la renuncia. Misma decisión que debería adoptar con la mayor de las seriedades el Presidente del PRSD José Antonio Gómez, quien lideró una apuesta absolutamente personal, sin sentido de partido y visión de Estado. Sin duda, no fueron pocos los radicales militantes y simpatizantes que cansados de la dictadura de la cúpula radical no lo acompañaron en esta lid. Pero, el castigo mayor por parte de la sabia militancia radical se basa en el nulo respeto de éste al proceso de designación de candidatos a la cámara de diputados y el Senado mediante primarias. Proceso exigido democráticamente por la bases y, obviado para beneficiar a quienes hace años están enclaustrados en el poder entre Valparaíso y Santiago, ajenos a la realidad de sus distritos. Sin duda, el fracaso de Gómez como último de las votaciones encuentra explicación en la dirección poco democrática al interior del partido, la debilidad programática de sus propuestas y, adolecer del carisma propio de los líderes, lo que lo mantiene a años luz de los próceres del radicalismo de antaño.
La influencia derivada por la alta votación que generó la candidatura de Andrés Velasco no se proyecta para el ahora, sino que para el futuro. Los analistas, todos cercanos y amigos de él, lo ven como el líder natural de la Concertación para los próximos años. Difícil…, muy difícil. Lo cierto es que, luego de sus definiciones en los debates previos, sólo aparece como un infiltrado en esta coalición. Pues, sus propuestas nada tienen en común con las de la centro-izquierda y con las que exige la indignación ciudadana. En aquellas propuestas está la explicación de su votación, la pérdida de votos de Orrego y la imposibilidad de Allamand para conquistarlos. Éxito el de Velasco radicado en la captación del voto liberal de la centro-derecha.

En estos días las dos coaliciones de partidos participantes del proceso de primarias sacan cuentas alegres. ¿Por qué? Superaron sus expectativas del 10% de participación de los llamados a votar. Expectativa fundada en que los militantes y simpatizantes de los partidos políticos hoy son un poco más del 10% del padrón electoral. Lo que nos exige cuestionarnos, ¿cómo un 10% de la ciudadanía puede controlar al otro 90%, determinando el sistema político, a través de quienes serán los titulares del poder en los próximos 4 u 8 años? Lo explica la dictadura de partidos, amparada por un texto constitucional que adolece de legitimidad democrática y que defiende una cuestionada y retrógrada visión de ella, la denominada democracia protegida.  
En noviembre ciertamente habrá una final, pero sólo reservada para los intereses propios de los partidos con actual representación parlamentaria, porque para el resto, aquellos más de 10 millones de ciudadanos que no tuvo intención alguna de participar en dicho proceso, será simplemente un retocado de lo mismo vivido en los últimos años. Señores, actuales detentadores del poder político, las indignaciones seguirán aumentando y la fuerza de los hechos hará cada vez más visible la necesidad de profundas reformas estructurales. Las que sólo pueden darse por la construcción de una nueva Constitución, generada en democracia y con inclusión de todos en un pacto político-jurídico-social nuevo. Para ello es urgente el llamado a Asamblea Constituyente que derive de un gran Pacto de Estado que, nos involucre junto a todos los que van a ser parte del próximo gobierno y del Congreso Nacional. Bajo esa lógica podremos decidir para Chile una nueva Constitución. Una legítima en su origen, que defienda una visión participativa y dialógica de democracia, con instituciones cuya legitimidad no sea permanentemente discutida y, que en fin, permita restablecer un verdadero orden republicano, como el roto hasta ahora, desde aquel 11 de septiembre de 1973.   

2 comentarios:

  1. Gracias por el certero comentario Julio. En efecto, el escenario está bastante cuesta arriba. De un universo electoral de 13 millones, sólo votaron 3. De aquellos más del 70% optó por una candidata que proponía reformas radicales a la Constitución, lo que nos hacía pensar que insinuaba una Asamblea Constituyente, cosa que desmintió hoy tajantemente. Sin duda parte importante del electorado, principalmente los jóvenes, creen en los candidatos "extra-pactos", aquellos que a través de redes sociales y conferencias en las universidades generan ferviente apoyo y respaldo para las transformaciones radicales que pretenden erradicar este mefistofélico sistema previsional, de salud y para qué decir educacional; aquellos que hace ya bastante tiempo proponen A.C., no sólo ahora porque está en la vanguardia. Creo que la democracia dialogante es el nuevo camino hacia mayor justicia social, mayor identificación y participación, sin embargo, los candidatos de los pactos son reacios a alejarse del poder que han ostentado por más de 30 años y a comenzar a aceptar que Chile está yendo hacia atrás.

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  2. Bien Julio ,el progresismo en Chiel ha propuesto este ideario democratico desde el 2009 con MEO y hoy, ha sido acogido parcialmente la expresidenta Bachelet ,por lo que una vez mas,las mayorias abusadas y denigradas por el actiual sistema han quedado al margen.Nuestra prpouesta actual es la realizacion de un plebicito para dirimir por la realizacion de una AC.sALUDOS

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