El inicio del actual proceso constituyente viene a significar un hito histórico para la tradición jurídica-constitucional chilena. Aun cuando son innumerables los temas que pueden ser abordados en referencia a aquel, me permito exponer en esta ocasión sobre una serie de problemas que identifico en nuestro actual texto constitucional. Lo hago en la perspectiva de que ello constituya un aporte al contenido de una nueva Constitución, contenido que debería ser abordado en las futuras instancias de participación ciudadana, planificadas desde el Gobierno de Bachelet.
a.- Existencia
de cerrojos constitucionales: Entre los denominados cerrojos o trabas
constitucionales encontramos los quorum supra mayoritarios. Su existencia es
preocupante, impide el libre constructo legislativo, pues el requerimiento de
altos quórums significan grandes y complejos acuerdos que muchas veces terminan
desnaturalizando la iniciativa primera.
b.- El
actual régimen político nacional es un presidencialismo exacerbado, o como lo
he denominado, un “presidencialismo monárquico”. De ello, resulta preocupante la
impunidad del Presidente en su actuar, esto es la falta de responsabilidad
política. En este sentido es momento de reescribir y, en algunos casos, suprimir
gran parte de las atribuciones exclusivas que el actual texto fundamental le
otorga al Presidente de la República.
c.- La
ausencia de mecanismos efectivos de control del poder político. En esta materia
es menester que se comience a discutir sobre la incorporación de nuevos
mecanismos de control y fiscalización de los actos del Gobierno.
d.- La falta
de mecanismos que posibiliten la participación activa de la ciudadanía en la
política nacional. En nuestro país no existen mecanismos que permitan una
participación activa en materia legislativa, por ello debiese plantearse la
incorporación de la Iniciativa Legislativa Popular.
e.- Enclaustramiento
del poder constituyente originario. Existe actualmente un mecanismo
(deficiente) de reforma constitucional, más no de cómo hacer surgir al poder
constituyente originario (darse un nuevo texto fundamental). Esta materia debe
ser analizada minuciosamente y establecer procedimientos que permitan, cuando
las circunstancias histórico-políticas lo requieran, poder darse un nuevo texto
constitucional.
Víctor Velásquez Nieto
Estudiante de Derecho
Universidad San Sebastián, Valdivia
vvelasquezn@correo.uss.cl
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